Chico Sombra es un superhéroe de barrio que patrulla por la ciudad evitando conflictos mientras visita a sus vecinos. Una noche descubre a unos matones maltratando a un perrito. Chico Sombra lo rescata, sin darse cuenta de las consecuencias que eso tendrá en su vida.
Bean Sears (Louisville, Netucky, Usa, 1988) presenta un dibujo sencillo de línea gruesa y de aspecto redondeado. En el color nos encontramos con amarillo, blanco y negro, con un sombreado hecho con un pincel de textura. La estilización del dibujo funciona estupendamente con la historia, esquematizando la arquitectura y abigarrando las viñetas para dar un aspecto claustrofóbico, creando una ciudad opresiva y hostil. Algo parecido sucede con el diseño del cuerpo de policía, los cuales llevan gruesas armaduras y tienen un aspecto rudo en comparación con los ciudadanos o el propio Chico Sombra, más bajito. Todo ayuda a crear una estética muy reconocible y con mucha personalidad.
Tenía las expectativas altas con este cómic ya que lo que había visto prometía mucho y la verdad es que no decepciona en absoluto. Chico Sombra es un cómic divertido, dinámico y una maravilla en lo visual, de estos cómics que hace que te den ganas de dibujar.