La autoedición está viviendo un momento especialmente creativo, con autores que aprovechan la libertad que les ofrece el medio para controlar todos los aspectos del libro. Es el caso de Arnau Sanz (Barcelona, 1984), un inquieto talento que a través de su editorial AIA, nos muestra lo mejor de su trabajo. Tras emocionarnos con Tibirís, Albert contra Albert o Llavaneres, Arnau nos acerca a una realidad con la que muchos autores y autoras se pueden sentir identificados. Dedicado a las que dibujamos, Línea editorial supone una nueva muestra más de su crecimiento como autor.
Hablamos con él de su última obra.
¿Qué es “Línea editorial”?
Es la historia de una dibujante de cómics en crisis, frustrada y decepcionada por el mundo del tebeo y las pocas ventas de sus libros, que decide hacer un último cómic para ver si sigue dibujando o lo deja definitivamente y se busca un trabajo “de verdad”.
¿Cómo nace la obra?
Después de Tibirís, quería hacer una historia que me apeteciese estar dibujando un año, así que estuve pensando y me vino a la cabeza esta idea. Decidí recopilar los comentarios, estados de ánimo y críticas mías y de mis compañeras al respecto del mundo del cómic, trabajar sobre ellas y hacer el mejor libro posible.
En el libro hablas de aquello que sucede entre los márgenes de las viñetas, los sueños rotos de quienes no consiguen ver su trabajo publicado.
La gran mayoría de dibujantes no viven del dibujo, es una realidad. Eso, por un lado, te permite una -teórica- mayor libertad a la hora de crear algo, pero a la vez genera mucha frustración por no ganar nada de dinero e incluso perderlo, ya que, además de estar meses dibujando, o incluso años, en muchos casos también gastas dinero en autoeditarte o imprimir para becas; además te frustras porque no te contestan los emails y además no vendes prácticamente nada de lo que has editado.Pero bueno, no pasa nada. Aquí seguimos.
Trabajamos solos y no tenemos a nadie que critique nuestro trabajo de forma constructiva, pensamos que somos la leche y luego viene el golpe de realidad.
En la obra son constantes las referencias al mundillo que se genera alrededor del cómic y las ilusiones que se proyectan, no siempre satisfechas.
Tampoco estoy muy metido en el “mundo” del cómic, pero desde mi experiencia, hay una idea de poder vivir del tebeo que casi nunca se cumple, y no por falta de esfuerzo, talento, o lectores.
Por otro lado, muchas veces el ego nos impide tener una visión más o menos realista de nuestro propio trabajo y en muchos casos nos creemos mejor de lo que somos y que la gente no nos valora o incluso están en contra de nosotros.
Eso se amplifica, creo, por el hecho de que, por lo general, trabajamos solos y no tenemos a nadie que critique nuestro trabajo de forma constructiva, por lo tanto, nos pensamos que somos la leche y luego viene el golpe de realidad.
¿Cuánto hay de autobiográfico en Línea editorial?
Pues, en el primer borrador había un porcentaje mucho mayor de mi yo de hace algún tiempo -no hace mucho tampoco-, y era una crítica bastante dura, con incluso rencor o malestar.
No tenía ningún sentido enseñar ese punto de vista ni beneficiaba al futuro libro, así que decidí empezar a mezclarlo con ideas de amigos, comentarios, números de ventas, y aderezarlo con un poco de humor y de crítica al personaje para que fuese más real para el lector y no una simple crítica al medio.
Probablemente muchos lectores y lectoras que alguna vez han buscado publicar se sientan identificados.
Eso espero, hay algunas partes un poco exageradas, pero, en definitiva, todas las personas que dibujamos hemos vivido alguno o varios de los momentos que se cuentan en el libro. (Rabia, frustración, envidia, tristeza, sentimiento de inferioridad…).
Los premios y las becas están muy presentes en el libro.
Me he presentado a muchos premios y becas y no he ganado ninguno. (miento, hace poco gané una mención de muy poco dinero por unas páginas que tienen más de 10 años, que hice en la escuela. Da que pensar que no ganes nada con lo actual, pero que mandes algo viejo que ya casi ni te gusta, y que te den una mención.).
Siempre he quedado segundo, o he tenido una mención, con en algunos casos, promesas de publicar que no se han cumplido.
En todos los casos dejándome previamente un buen dinero en imprimir en papel decente, envíos certificados y demás. Así que, qué menos que dedicar algún momento al maravilloso mundo de los premios que siempre dan a gente que consideramos peor que nosotros (Otra vez el ego del dibujante).
Los fanzines, la risografía y los festivales de autoedición también tienen su espacio.
Sí, yo llevo editando fanzines desde hace más de diez años, y para mí es algo tan importante que debía aparecer en el libro.
Lo de la risografía, es en parte un comentario a algo que es real, que se puede comprobar en ferias, ediciones y precios, y en parte una broma a amigos que trabajan precisamente al mundo de la impresión en risografía.
Llevo editando fanzines desde hace más de diez años, y para mí es algo tan importante que debía aparecer en el libro
¿Es necesaria una mayor autocrítica en el mundillo del cómic?. ¿El humor que se pide al resto de medios se aplica a nuestro entorno?
Bueno, creo que por lo general, en la gente que está editando ahora, hay autocrítica. Pero también creo que hay una idea de la parte económica que no es real. En muchos casos, lo que hacemos no tiene un mercado amplio, y tenemos que asumirlo.
Creo que deberían haber más charlas al respecto de este tema para la gente que está editando ahora y hablar claro para que las nuevas dibujantes sepan un poco la realidad. Y a partir de eso, avanzar.
En lo gráfico llama la atención el uso del color.
Gracias. En cada libro he intentado cambiar gráficamente, y en este caso, tenía unos botes de acrílicos por casa y como los quería gastar, decidí intentar darle color con ellos.
Primero entinté con plumilla sobre hoja de papel mixto, y después pinté con acrílico sobre una hoja de papel de plástico transparente. Escaneé por separado, ordenador, y listo.
Los materiales con los que lo has realizado reclaman su propio protagonismo.
En cada parte del libro quería diferenciar gráficamente en qué punto de la vida de la protagonista nos encontrábamos.
En la parte de los sueños de la protagonista, usé la acuarela. En el libro que está dibujando, lápiz de color. Y en la historia real de ella, los acrílicos.
Así es mucho más fácil para el lector, más vistoso para el resultado final, y más entretenido para mí a la hora de hacerlo. Pensemos que al estar más de un año con cada libro, también intentas no agotarte en el proceso ni acabar harto.
En la obra se habla de los procesos y las dificultades que surgen a su alrededor. ¿Cómo has vivido la creación de esta obra?
Ahora estoy en un momento en el que he asumido más o menos mi nivel de ventas, el interés que puedo generar a la gente, y no estoy tan frustrado. Siempre te gustaría llegar a más gente, vender más libros, editar con buenas editoriales, tener más promo y que te hiciesen más caso, pero hay que seguir trabajando con paciencia e intentando hacer los mejores libros posibles, y si tiene que llegar, llegará.
Vemos una historia dentro de otra, el crecimiento de la propia obra en paralelo a las circunstancias en las que se produce.
He intentado que fuese original y entretenido para el lector, que tuviese un sentido. He tenido que reordenar algunas escenas, pero creo que al final ha quedado bien.
Manejas como nunca los silencios y las metáforas en esta historia secundaria.
Muchas gracias. Como no quería saturar de texto todo el libro, la parte del cómic que ella dibuja es muda, y la parte de los sueños tiene otro vocabulario, más académico, forzado, casi de chiste, que me ayuda a seguir con la historia sin frenarla. También pienso que la experiencia de haber dibujado otros libros me ayuda en algunos momentos a saber frenar y dejar más al lector que añada de su parte.
Una vez más decides autoeditar el trabajo con AIA. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Bien porque básicamente AIA somos dos personas. Y he impreso por primera vez después de cinco libros en el papel que he querido y de la forma que he querido.
Íbamos a sacarlo un poco más tarde, pero se dio la posibilidad de aprovechar e imprimirlo antes de Diciembre y nos animamos.
Estoy muy contento del resultado y espero que a la gente le guste.
Dos de tus mejores libros Llavaneres y Albert contra Albert se han visto afectados por la situación de De Ponent tras la muerte de Camarasa, su editor, manteniéndolos en un limbo difícil de gestionar. ¿En qué momento se encuentran ambas?
Bloqueadas. La familia no quiso saber nada del dinero que se nos debía.
Básicamente la editorial murió con Paco, y por otro lado, la distribuidora, al no tener nada firmado con nosotros, no puede darnos libros a cambio del dinero que se nos debe (que es algo se le ofreció a la familia en primer lugar).
Yo tengo que comprar copias con un 50% de descuento a la distribuidora para poder vender mis propios libros. Las demás personas que editaron igual.
Y eso que de Llavaneres no cobré adelanto, y después Paco falleció, así que básicamente, de un libro no he visto nada de dinero, de Albert contra Albert no vi royalties, y además, tengo que pagar por los ejemplares.
Una situación que, como siempre, a quien más perjudica es a los autores.
(Edicions de Ponent) la editorial murió con Paco, y por otro lado, la distribuidora, al no tener nada firmado con nosotros, no puede darnos libros a cambio del dinero que se nos debe
¿Te planteas editarlas por tu cuenta en algún momento?
No me importaría, pero ahora mismo estoy con Línea Editorial al 100%.
Si alguna editorial estuviese interesada, no habría ningún problema por mi parte, pero para autoeditarlas necesitaría más medios económicos de los que dispongo en este momento.
Uno de los problemas más habituales en la autoedición es el de la distribución. ¿Cómo podemos conseguir el libro?
El libro se ha mandado a librerías como Anti y Joker (Bilbao), Fnac y Tobacco (Donosti), Molar (Madrid), La Central, Fatbottom, UltraLocal y Continuará (Barcelona), Alita (A Coruña), Bartleby (Valencia), Armadillo Ilustrado (Zaragoza), La Fuga (Sevilla), Subterránea Cómics y Ovni (Granada), y estamos esperando contestación de otras librerías para enviar a más lugares.
También desde la web: aiaeditorial.org mandamos libros a todo el mundo.
El libro se cierra con un espacio para la esperanza.
Me apetecía cerrar el libro con una página en blanco y negro, sin color, casi como una prueba para que cada lector imaginase según su estado de ánimo lo que quisiese. Y lo pintase de acrílico (realidad), acuarela (sueños) o como quisiese.
Ver que te da esperanza es buena señal, eso es que estás animado.
¿Proyectos?
Tengo una idea sobre un nuevo libro que me apetece hacer, pero, de momento, voy a intentar mover al máximo este libro y que funcione lo mejor posible.