Chris lleva solo un mes trabajando en Vinyl Destination, la tienda de discos más chula de la ciudad. Su jefa es un encanto y sus compañeras molan un montón, especialmente Maggie, por la que Chris está coladísima. Mientras se hace al trabajo de dependienta y memoriza listas y listas de grupos de música y discos, descubre que la tienda es una tapadera y que bajo el suelo esconde un club de la lucha para adolescentes que combaten el crimen.
Heavy Vinyl es un cómic ligero y divertido. Con ese toque noventero que recuerda a películas como 10 razones para odiarte, Clueless o Jóvenes y Brujas. Lo bueno de este tomo es que nos permite disfrutar de la estética de esa década (un poco modernizada, eso sí, pero igualmente nostálgica) con la diversidad que permiten los cómics actuales.
Uno de los puntos fuertes, además de la ágil historia de la guionista y cineasta Carly Usdin, es el dibujo a cargo de Nina Vakueva, con tintas de Irene Flores y color de Rebecca Nalty. Un dibujo sencillo y cartoon, muy expresivo y dinámico que le sienta genial al tono de la trama.
Lo único malo que se puede escribir sobre Heavy Vinyl es que se hace cortísimo, después de leer el capítulo final me quedé con ganas de saber más sobre el grupo de chicas. Por lo demás es un cómic fresco y adorable, ideal para el público adolescente o seguidores del young adult.