Marcela Trujillo (Santiago de Chile, 1969) es pintora, ilustradora y dibujante de cómics. Es durante una estancia en Nueva York para estudiar en la School of Visual Arts, cuando empieza a publicar las historietas de su alter ego, Maliki 4 ojos, personaje que la ha dado fama y reconocimiento entre el panorama alternativo y con el que ha publicado ya cuatro libros que recopilan sus historias. Ahora, al fin, nos llega su primer trabajo a nuestro país, este Ídolo. Una historia casi real, publicado en 2017 por Reservoir Books en hispanoamérica.
Cuatro autoras marcarán a fuego a la artista chilena y la animarán a realizar sus propias historietas autobiográficas. Estas son Julie Doucet, Aline Kominsky, Jessica Abel y Phoebe Gloeckner -hay muchos puntos de contacto a nivel gráfico entre Maliki y Gloeckner-. Otras autoras habituales de la revista Twisted Sisters, como Diane Noomin, Debbie Drechsler, Carol Lay y Mary Fleener, también se pueden rastrear en las viñetas de Maliki.

En Ídolo la santiaguina se enfrenta al reto de realizar su primera novela gráfica por encargo editorial. Su intención inicial era hacer un diario de viajes, pero la petición de mantener su anonimato por parte del autor noruego que aparece en el libro y con el que mantiene un romance, le obligó a rehacer completamente su plan. “Tuve que cambiar nombres y lugares. Con eso entré de lleno a la fantasía, a la ficción. De allí mi miedo y el tiempo que tuve que dedicarle a este proyecto. Fueron tres años para crear el libro”, indicaba la autora en entrevistas promocionales a propósito del libro.
La historia arranca con la autora aterrizando en Lima para asistir a un festival de cómics al que ha sido invitada (Viñetas Limeñas en la ficción, Lima en cuadritos en la vida real). Allí coincidirá con colegas dibujantes como Delius, Sole Otero, Power Paola, los hermanos Gonzáles, Renso y Amadeo, responsables de la extinta revista Carboncito, Ricardo Liniers y ese artista noruego admirado por Trujillo que responde al nombre de Rolf Runde. A las pocas páginas, la autora ya rompe con el tono autobiográfico al introducir en la acción a sus propios personajes: Maliki y su cerdito, a los que más adelante se les unirán Santa Rosa de Lima y Sarita Colonia, personajes icónicos del santoral popular peruano. La primera asociada a la culpa y el dolor, la segunda, una defensora de la clase trabajadora, los delincuentes y los travestis. Queda un quinto personaje ficticio el ídolo arcano que surge de la tradición nórdica de Runde, el troll Völva, una mezcla de chamanismo y sexualidad. Se establece a lo largo del libro un diálogo natural entre los impulsos irreflexivos y la prudencia juiciosa. 

La imaginería visual de Maliki es poderosa y de raigambre popular. Sus composiciones de página más o menos libres le sirven para explorar aquellos temas que le preocupan, como la dificultad de entablar relaciones con la edad y el hacerse a una misma. “Esta no es tanto una historia de amor, sino una historia sobre ser vulnerable. Es mi experiencia, y hay historia cuando las cosas no pasan como uno quiere”, aclaraba en una entrevista concedida a Ojo en tinta.
En este sentido, y más allá del leitmotiv romántico que sustenta gran parte del libro, hay un momento crucial, en el que Maliki exorciza ante el lector un episodio doloroso: la mofa, el abuso y la vejación por parte de sus antiguos editores. Es un momento capital en el libro, en el que la autora es capaz de verbalizar, entre llantos, una humillación de unas personas que consideraba amigas, y por tanto superarlo. Tela. Aprovecha pues Trujillo, para hacer también una acérrima defensa de la mujer, con todas sus contradicciones y vulnerabilidades. Ese es otro de los puntos fuertes de esta novela gráfica, el leer lo que piensan y opinan sobre su condición de género ese gran grupo de autoras latinoamericanas que desfilan por el festival.
Plagado de buen humor y de situaciones en la que aparece gran parte de la escena historietística alternativa latinoamericana, Ídolo anuncia en nuestro país una voz ya consagrada en Latinoamérica, de la que esperemos que nos lleguen nuevas historias en breve. A los que se queden con ganas de más, les recomiendo leer las historietas disponibles en su web y escuchar La Polola, ese glorioso podcast sobre cómic que conduce y produce junto a la ilustradora Sol Díaz.