El buen padre es el primer trabajo largo de Nadia Hafid (Terrassa, 1990) después de que sus fanzines fuesen piezas perseguidas en todas las ferias y de que sus ilustraciones hayan aparecido en diversas publicaciones como Babelia de El Pais.
La historia nos cuenta la ausencia de un padre. Mediante pequeñas escenas en diversos momentos podemos ver como este se va alejando del resto de la familia y como ese paulatino vacío va afectando a sus hijas. Una historia de rotura familiar que también aborda temas como la integración, el racismo o el distanciamiento social.
Hafid lo cuenta de forma extraordinaria, a través de un punto de vista distante. Con un cierto estilo aséptico del narrador con respecto a la historia y a través de un dibujo geométrico, a medio camino entre la línea clara de Ware y la fijación simétrica de Baitinger. Hafid utiliza una paleta de colores azules, que varían ligeramente de tono para marcar los diferentes puntos temporales, generando una sensación de frialdad omnipresente. A excepción de los rostros de los personajes, que adquieren así mayor significado. Una frialdad que paradójicamente genera una respuesta empática en el lector.
Impresionante debut largo, no lo dejen escapar.